Precedentes de Euskal Etxea de Madrid
La existencia de Centros Vascos en Madrid, principalmente a partir del siglo XVIII, es sin duda debida a la presencia, desde hace ya varios siglos, de una influyente colonia de vascos en esta Capital.
En la publicación, realizada en el año 1746, de las Constituciones de la »Real Congregación de hijos y originarios de las muy leales Provincias de Alava, Guypuzcoa y Vizcaya, consagrada a su glorioso paysano y patrón, el grande Ignacio de Loyola», se mencionan, como fundadores de la misma el 20 de Abril de 1715, a 109 personalidades vascas, de ellas 54 vizcaínos, 35 guipuzcoanos y 20 alaveses, residentes en Madrid.
Como antecedentes de Euskal Etxea- Hogar Vasco de Madrid en el siglo XX se pueden considerar
El Hogar Vasco De Madrid
En el año 1917 existió en Madrid una Euzko – Etxea, según se reseña en la Enciclopedia vasca Auñamendi, y en el año 1923 se fundó el Hogar Vasco de Madrid, que tuvo sus locales en el número 38 de la Carrera de San Jerónimo, en donde mas tarde se construyó parte del edificio que albergó al Banco Exterior de España. Contaba con frontón, en el que celebraban campeonatos de pelota; txakoli con agradable jardín, en el que se organizaban bailes, así como festivales de jóvenes en los que se podía escuchar el sonido del txistu.
En este Hogar Vasco se creó en 1925 un orfeón; en el año 1927 contaba con un equipo de fútbol, que participó en competiciones locales; en el año 1932 se comenzaron a impartir clases de euskera; en 1933 se formó un cuadro artístico, y se autorizó a la Agrupación de Estudiantes Vascos, »Euzko – Ikasle – Batza», para instalar en el mismo sus oficinas. Según la lista inicial de socios, que se conserva, a la fecha de la constitución del Hogar Vasco se habían inscrito 672.
Al comenzar la Guerra Civil en España, el Hogar Vasco fue incautado por las Milicias Vascas, que instalaron su cuartel en el mismo. Terminada la guerra civil, el Hogar Vasco fue devuelto a sus socios, pero no eran aquélla una situación favorable para el desarrollo de las actividades del mismo, y terminó siendo clausurado muy a principios de los años cuarenta.
La Real Congregación de Naturales y Originarios de las tres Provincias Bascongadas
De 1940 a 1974 no estuvo activa una institución que pudiera denominarse Centro Vasco en Madrid. Como entidad propiamente vasca, sólamente funcionó en Madrid en aquellos años la »Real Congregación de Naturales y Originarios de las tres Provincias Bascongadas», con sede en el número 28 de la calle de Echegaray y propietaria de la Iglesia de San Ignacio, en la calle Príncipe 31. La actividad de la Congregación se centraba en la celebración de las fiestas patronales de San Prudencio, San Ignacio y la Virgen de Begoña, con una liturgia solemne en la Iglesia seguida de un pequeño ágape en los locales de la casa de Echegaray 28, así como en la celebración de honras fúnebres por los socios fallecidos.
Los Estudiantes Vascos
Durante esta etapa los estudiantes vascos no dejaron de desarrollar actividades que les recordara su tierra. Fueron muchos los años en los que coros improvisados celebraron la festividad de Santa Águeda, cantando por los rincones de Madrid el »Aintzaldu daigun Agate Deuna», acompañados de los golpes de las makilas contra el suelo. A mediados de los años sesenta comenzó a reunirse un grupo de estudiantes vascos en torno a la celebración de la misa en euskera, en alguna iglesia o capilla prestada, con encuentro posterior en un bar de las proximidades. Esta actividad se consolidó en el año 1969 al conseguir la autorización para la utilización de la capilla del Colegio Mayor Pío XII, de la que era responsable la Fundación Pablo VI, a fin de que aquella comunidad de estudiantes pudiera celebrar en la misma el culto dominical en euskera. A estos estudiantes se les unieron varias familias vascas residentes en Madrid. Después de la misa los asistentes se reunían para crear una pequeña convivencia, primero en el bar »Lecumberri» de la calle Reina Victoria, y posteriormente en la cafetería del Colegio Mayor Pío XII.
El Txoko Zar
En esta etapa es digna de mencionar también la creación en Madrid, en el año 1967, de la sociedad gastronómica Txoko Zar, constituida siguiendo en todo las pautas mas estrictas marcadas por los estatutos de las sociedades gastronómicas del País Vasco, y particularmente de las guipuzcoanas Tiene sus locales en el edificio de un antiguo taller de fragua ubicado en la Plaza de San Nicolás.
La Hermandad de San Miguel de Aralar – Euskal Etxea
Antecedente directo de Euskal Etxea, fue constituida en 1973 por aquel grupo de vascos que se reunían para las celebraciones dominicales, los cuales se interesaron en la creación de una asociación con carácter formal que fuera centro de reunión de los vascos que vivían en Madrid y que sirviera como plataforma para el desarrollo de actividades culturales propias. Este grupo fue impulsado desde el primer momento por Pedro Aramburu. Dadas las dificultades con las que se tropezó, para su reconocimiento y concesión de los permisos preceptivos por las autoridades civiles, en el intento de crear bajo la denominación de Euskal Etxea de Madrid una asociación civil, se optó por la creación de una asociación religiosa, bajo la advocación de San Miguel de Aralar, aunque con la idea de desarrollar, a través de la misma, las actividades sociales y culturales que se pretendían llevar a cabo. Así, en los estatutos de la Hermandad se establecían como fines de la misma, el fomentar y encauzar la vida espiritual de sus asociados, crear lazos de amistad y confraternidad mediante actos culturales, recreativos y asistenciales, promover la ayuda mutua, orientar y ayudar a los procedentes de las provincias, y proteger el honesto esparcimiento entre los asociados.
La Hermandad se registró en la Dirección General de Seguridad el 18 de Marzo de 1975, bajo la referencia N.P. 1032. A principios del año 1976 se contrató un local en la planta baja de la finca número 17 de la calle de Hileras, que sirvió eficazmente durante más de seis años como sede y centro de reunión en Madrid de muchos vascos, socios y amigos de la Hermandad. La inauguración del local de Hileras tuvo lugar día 29 de Septiembre de 1976, coincidiendo con la festividad de San Miguel, patrono de la Hermandad.
A finales del año 1977, los socios de la Hermandad alquilaron un pabellón que la Cámara Agraria de Guipúzcoa tenía en la Casa de Campo de Madrid. La disponibilidad del pabellón fue total para la Hermandad, excepto la parte dedicada a vivienda del guarda, y estuvo abierta a los socios de la Hermandad los sábados, domingos y días de fiesta, gracias a la dedicación de un grupo de directivos que se turnaban en el servicio de vigilancia y supervisión. Esta situación duró hasta que el Ayuntamiento de Madrid pidió la reversión del recinto y los pabellones de la Casa de Campo, por lo que a principios de 1982 fue necesario abandonarlo.
Fueron Presidentes de la Hermandad, desde su fundación, José María Zigorraga Arrospide, Jon Goitia Sarria, Pablo Beltran de Heredia Iraurgui y Cipriano García Vadillo. Los capellanes de la Hermandad, mientras se mantuvo activa, fueron sacerdotes de la Comunidad de los Canónigos Regulares Agustinos de Letrán.
Entre las actividades desarrolladas en estos años se pueden destacar: la enseñanza del euskera en Hileras 17, a partir del año 1976; la organización de diversos ciclos de conferencias, con la colaboración de Don Julio Caro Baroja; organización de conciertos, en los que participaron cantantes vascos representativos de aquella época; celebración de las festividades mas características del País Vasco, como la tamborrada de la víspera de San Sebastián, la víspera de Santa Águeda, el Aberri Eguna, San Prudencio, víspera de San Juan, San Fermín, San Ignacio, San Miguel de Aralar, Nuestra Señora de Begoña, Santa Cecilia, Santo Tomás, con la tradicional txistorrada y acto obligado desde la apertura del local de Hileras; celebración de comidas populares en el Pabellón de Guipúzcoa; organización de excursiones culturales a los alrededores de Madrid, y de encuentros de verano en algún punto de Euskadi.
Se impartieron clases de txistu dirigidas inicialmente por Juanjo Ugalde, llegando a formarse una banda de txistularis y una txaranga; también se formó un grupo de danzas vascas. Se celebraron regularmente reuniones de señoras, actividad iniciada por Maritxu Abaitua en el año 1977. Se enviaron anualmente felicitaciones de Navidad a los socios y simpatizantes, siendo desde un principio Pedro Isasa el autor de las ilustraciones de las mismas. A partir de 1978 se organizaron campeonatos de mus. Se formó una amplia biblioteca, base de la futura Biblioteca de Euskal Etxea. En marzo de 1980 se formó el Coro de la Hermandad, con la colaboración de Asunción Lasarte, como directora; la actividad del coro se reactivó en el curso 1980/1981 con la entrada como director del mismo de Carmelo Llorente, bajo cuya dirección se le dio al coro el nombre de Orfeón Vasco de Madrid, Madrilleko Euskal Abesbatza, dando diversos conciertos. La actividad religiosa continuó con la celebración dominical de la Santa Misa en euskera en la Capilla del Colegio Mayor Pío XII, además de bautizos y primeras comuniones. En abril de 1982 la misa dominical comenzó a celebrarse en la Iglesia de San Ignacio.
Al constituirse la Hermandad, el número de socios era de 110, llegándose a alcanzar la cifra de 640 socios en el año 1982; el 26 de Julio de aquel año se celebró Junta General Extraordinaria de la Hermandad de San Miguel de Aralar – Euskal Etxea, en la que se tomó el acuerdo de que todos los socios de la Hermandad pasaran a ser socios de la nueva Euskal Etxea – Hogar Vasco de Madrid. Así, los socios de la Hermandad se integraron en Euskal Etxea, en la Real Congregación de Naturales y Originarios de las tres Provincias Bascongadas, ó en ambas a la vez, y la Hermandad de San Miguel de Aralar quedo sin actividad.